Un pintor napolitano, un rey a punto de morir y un cardenal. Luca Giordano y las pinturas al fresco de la sacristía de la catedral de Toledo.

Leticia de Frutos

Resumen


Con este artículo quisiera proponer una nueva interpretación contextualizada a la decoración al fresco de la sacristía de la catedral de Toledo por parte de Luca Giordano.
Los últimos años del reinado de Carlos II, marcados por la fragilidad de su salud y el temor a una sucesión no resuelta, la existencia de facciones y sobre todo, los deseos del cardenal Portocarrero, don Luis Fernández de Portocarrero (1635-1709), de controlar en la medida de lo posible al voluntad del rey, nos permiten proponer una interpretación más contextualizada de un encargo a un pintor del rey llamado de Italia, Luca Giordano, que aún trabajaba en la decoración del Buen Retiro, en un espacio no dependiente de la Corona: los frescos de la sacristía de la catedral de Toledo. ¿A qué respondía esta decisión? ¿Por qué emplear al pintor de cámara del rey en un espacio ajeno al ceremonial regio? ¿A qué se debía este encargo en la catedral y, además en Toledo?

Palabras clave


Pintura al fresco

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Revista semestral presente en:
Tiempos Modernos: Revista Electrónica de Historia Moderna
ISSN: 1699-7778